domingo, 6 de noviembre de 2011

Cuentos de Animales: El Tigre y "El Dilema del Erizo"

Mientras sigo observando, escuchando y sintiendo cómo las... Líneas de Tiempo y Espacio... confluyen y conforman nuevos caminos, algunos hacia la Puerta, otros alejados de ella... me detengo a reflexionar un poco acerca de Noviembre...
Aunque es Once, en realidad su raíz es Nueve... Había una vez Nueve... número perfecto... Nueve... número de deseos... Nueve son las Vidas del Gato... Nueve en honor de la diosa Misha Eleriandi y del pálido Dilian Isith...
Preludios del Arquero...

Me pregunto si... "los sueños descabellados" serán realizables en este Tiempo... o partir de este Tiempo. Cómo sea, definitivamente todas mis últimas reflexiones apuntan mas o menos a lo mismo: las emociones y los vínculos.
"Algo tenemos que hacer con Noviembre..." había dicho el Tigre, hace unas semanas, como quien se sorprende del tiempo que queda aún y no se sabe qué hacer con él. Él puso en palabras una parte de mis inquietudes. Otra pieza para el rompecabezas...
"Algo tenemos que hacer con Noviembre..." 
Pues bien... una parte de lo que hay que hacer está haciéndose, otra parte la desconozco, y mientras espero a que pueda comprender (y por sobre todo hacer), evoco con mi mente una fábula que el Tigre había compartido con los demás Animales hace ya un tiempo:

"La fábula del Puercoespín.

Durante la Era de los Grandes Hielos, muchos animales morían por causa del frío.
Los puerco-espines, percibiendo la situación, resolvieron juntarse en grupos, así se abrigaban y se protegían mutuamente, más las espinas de cada uno herían a los compañeros más próximos, justamente los que ofrecían más calor.
Por eso decidieron alejarse unos de otros y comenzaron de nuevo a morir congelados.
Entonces precisaron hacer una elección: o desaparecían de la Tierra o aceptaban las espinas de los compañeros.

Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. Aprendieron así a convivir con la spequeñas heridas que la relación con un semejante muy próximo puede causar, ya que lo más importante era el calor del otro.
De tal manera, la mejor relación, no es aquella que une personas perfectas, sino aquella donde cada uno aprende a convivir con los defectos del otro, y a admirar sus cualidades".


Recuerdo que por esta época, apenas una semana después, desarrollé mi Ensayo sobre los Vínculos, ayudado en parte por esta fábula... la que permite superar la relación de heridas y miedos, y forjar vínculos verdaderos, vínculos sanadores.
Es poder ver al otro y su mundo, no a través de mis propios ojos, sino a través de los suyos... sin miedo a la conexión, ni a la intimidad que tal cercanía despierta.
Y ahí está la confianza... confíanza en el otro, confianza en uno mismo... 
Sí... todo un dilema, pero los tiempos están cambiando y creo que es para mejor.
Al menos estoy convencido y dispuesto a que así sea.

Estar cerca tuyo... es posible!