viernes, 8 de febrero de 2013

Anotaciones I - "Allí estás"


Este es el primer relato que tendrá sus "Anotaciones", puede que también sea el último. Nunca se sabe.
En el foro de Fantasía Epica en el cual participo, suelo hacer una contra-devolución al final de cada reto a cada forero que se tomó el tiempo de leerme y de dejarme alguna crítica. En ese acto, suelo contar un poco por encima el proceso que gestó el relato de turno, así como otras cuestiones más personales. En esta oportunidad decidí traer al blog algo de ese proceso, editando aquelas partes que corresponden al foro y que no vienen a cuento aquí.
En el primer apartado,  toco el tema de la sexualidad ya que varios compañeros y compañeras aseguraban que el texto había sido escrito por una mujer. Algo interesante para pensar.
Sin más para decir como introducción, los dejo leer el cómo se fue creando el cuento "Allí estás". 


Ideas preliminares, desarrollo y aclaraciones sexuales. 

La primera idea en surgir fue la de Jake torturado por un amor que no fue con Caroline; ella volvía a su vida un día y se echaban en cara lo cobardes que habían sido ambos. El personaje de Daryl aquí sólo se llamaba “Oráculo del Tiempo” que le daba a Jake la oportunidad de volver al pasado y estar junto a Caroline, reescribiendo la historia. Vivían felices hasta el día en que Jake había invocado al Oráculo, que volvía y exigía la vida de ella como pago. Jake decidía poner punto final y negocia restaurar la línea de tiempo primordial a costa de su propia vida.

Había cuestiones teóricas que no me convencían y me parecía una historia más de amor sin ningún agregado especial, así que lo descarté por completo. Digamos que mi línea editorial no estaba conforme con el producto. Como algunos ya saben, tengo mi filosofía y mis creencias, y sobre los viajes en el Tiempo solo creo en ellos en la forma en que estaba planteado en el cuento... por lo tanto, se entiende que no me convenciera el primer boceto.

Por otra parte, viajar en el tiempo hacia el pasado me parecía algo trillado. Como esto generaba las suculentas pero ya conocidas paradojas, decidí que el viaje tenía que ser hacia el futuro únicamente. Algo que considero un acierto porque a excepción de “Lo que yace en el Vacío”  de Gothic Bear, “Sufrimiento, destrucción y muerte” de Kiefer y algunos pasajes en “¿Por qué viajar en el Tiempo?” de Xero, todos los demás se han centrado en viajar hacia el pasado (con la excepción de aquellos cuyos viajes eran… aleatorios, por decir de algún modo). Estos son cuentos que se encuentran en el Foro de Fantasía Épica.
Me tocaba discurrir un viaje que fuera hacia el futuro, que fuera lo suficientemente atractivo, que abarcara al menos dos épocas distintas (por fortuna puede abarcar tres) y que reflejara cierta sensación de existencia más trascendente; de ahí que recurriera a la metáfora del tiempo como río pero también recordara a mi autor favorito Carl Gustav Jung y sus reflexiones sobre los ciclos en espiral y el Self. Si, ambicioso para un cuento de 3000 palabritas, pero me arriesgué… puede que haya quien diga que el cuento no refleja nada de lo que estoy diciendo, pero eso no importa. Estoy satisfecho y contento con lo que hice, el resto son perspectivas.
También fue interesante enfocar el tema del viaje en el tiempo en base a la magia, lo cual considero otro acierto pues la mayoría recurrió a las máquinas y la ciencia, con algunas pocas excepciones.

Los títulos que se barajaron antes de llegar al definitivo, fueron “Al otro lado del Tiempo” y “Almas Gemelas”. Ambos resultaban efectistas, pero el primero no reflejaba del todo lo que ocurría en la trama y el segundo me parecía demasiado obvio y cursi. Finalmente me decidí por “Allí estás” que, como se dice en el cuento… es lo más sencillo y maravilloso que ocurre cuando ves a la persona que amas.

Finalmente, quedó la historia que ha llegado a ustedes.

Algo que me causó mucha gracia es que bastantes foreros/as supusieran que el texto había sido escrito por una mujer. Me surgen  inquietudes al respecto: si es por el prejuicio adquirido de dar por sentado que cierto tratamiento de una historia de amor, con algunos nombres ambiguos o de relaciones homosexuales, es más factible en las mujeres según el imaginario colectivo.
Termina dando la impresión de que los hombres no pueden explorar esos otros aspectos que llevan dentro y que constituye un pozo de conocimiento muy bueno para extraer de allí material para construir sus personajes. Si es así, es una pena, es sólo una herramienta más, una perspectiva más.
Supongo que otra vez es  la cuestión de gustos. La verdad que cuando escribo no me detengo a pensar esas cuestiones, lo hago apuntando a lo emocional, indistinto de los sexos y evitando caer en los tópicos o encarándolos de algún modo distinto.
Al menos es lo que intento. 


Los Actores hablan de su trabajo

Jake Lowen: después de unas merecidas vacaciones, volvimos a trabajar con Theraxian y estábamos contentos de este nuevo proyecto. En esta oportunidad nos pusimos muchos más románticos que en entregas anteriores; también mas filosóficos y místicos. Sé que eso no es para todo el mundo, pero estas son las historias que a nosotros nos gusta interpretar y llevar a cabo. El público nos elige o no según sus gustos y preferencias, en eso nosotros no tenemos nada que hacer, sólo damos lo mejor que podemos. Como siempre, a Theraxian le encanta dejar pistas y sentido en sus obras, y en este caso mi apellido remite a “León” en alemán, así como el “Hijo de Geist” remite a ser “Hijo de la Mente”. Algo que define muy bien a mi personaje. Soy un león, pero demasiado mental y obsesivo al riesgo de perder el afecto de mis más allegados, como se pudo ver.

Daryl Hausk: la última vez que trabajamos todos juntos fue en “La Caja de Pandora”, donde interpreté a Augurio… tengo entendido que en una versión preliminar yo iba a ser Oráculo del Tiempo, alguna especie de demonio. Hubiera sido interesante interpretar un personaje malvado, hasta ahora siempre he estado del lado de los “buenos”. Al igual que en nuestro primer trabajo, terminé del lado de los muertos, jajaj… y es que a Theraxian le gustan estos finales con giros y personajes con cierta profundidad, eso es lo que me gusta de trabajar con él. En mi caso, mi apellido se deriva de “hauskatze”, que significa “gato”, mientras que el clan al que pertenezco, “Leiden”, significa “Pasión”. Eso define muy bien a mi personaje, pasional y misterioso, independiente y cariñoso; cálido con Jake y una fiera con el resto…

Jake Lowen: eso porque me ama con locura! Nadie puede ser tan realista si no lo siente así…! Exijo Relato Erótico!

Daryl Hausk: sí, sí, lo que tú digas! Creo que lo interesante de esta historia fueron los distintos tiempos y escenarios por los que nos movemos, tuvimos oportunidad de interpretarnos y reinventarnos. Mi primera encarnación era muy hosca y de genio vivo, mientras que la segunda mucho más relajada y cariñosa. Creo que eso sumó puntos a que la mayoría nos consideren bastante realistas y cálidos. Theraxian quiso que esta segunda encarnación “Daryl” no fuera claro si era hombre o mujer, eso iba a correr por cuenta del lector y lo que proyectara de si mismo. Otra vez, la cuestión de gustos y preferencias.

Caroline Muller: Bueno, en mi caso ya había actuado con ellos en “El pájaro que no pudo volar” del Reto Detectivesco, tal vez me recuerden como Jennifer B. Lance, en ese entonces. Estuve contenta de haber vuelto a formar parte de este elenco. Mi apellido significa “Mujer” y es la figura que encarna la obsesión de Lowen, lo que le impide elegir libremente. Creo que tengo contrato para el próximo reto, aunque estamos viendo si participamos o no del próximo emprendimiento, si así ocurre me disfrazaré de Caperucita Roja…

George Damher: pues yo soy el amigo malhablado que Kiefer (¿Sutherland?) criticó en “La Caja de Pandora”, en esta oportunidad tuve una participación más pequeña aún que aquella vez. Mi apellido deriva del inglés “damn her”, haciendo de mi unión con Caroline, viva o muerta, una maldición para Lowen.

El Asesino: bueno, este es mi primer papel y me recibieron con mucho entusiasmo por ser nuevo lo cual agradecí mucho, ya que es difícil llegar a un grupo ya consolidado y que te ignoren o no te presten atención. Estuve en dos escenas: en el sueño de Lowen, cuando Hausk lo salva de mí y luego, al final, cuando yo mato a Daryl. En principio mi personaje iba a tener el nombre de Elias Kraus y hasta habíamos rodado una escena en la que daba muerte a Daryl, pero por motivo de presupuesto de palabras, tuvimos que descartarlo. Si conseguimos arreglar el contrato para el proximo reto, yo interpretaré al Lobo, jajaj… 


La música del cuento 

Cada vez que me pongo a idear un relato, imagino las escenas que quiero que estén en torno a la temática y también busco conectar con algun tema o banda de sonido. Aunque suelo trabajar con varias melodías, siempre hay una que se recorta de las demás, hay una que es el núcleo del cuento.
En este caso, el video y la letra de “Everybody´s Changing” de Keane, es un reflejo más que adecuado para acompañar este relato. 
El video original de Keane [la banda tocando mientras sus integrantes van cambiando de cuerpo y sexo] es bastante representativo de lo que se intentó transmitir como concepto en el cuento, así como la letra de la canción habla más bien de la postura de Lowen y la melodía del ritmo que lleva su alma.


Lo que no se dice con palabras...

miércoles, 6 de febrero de 2013

Relato V: Allí estás


El  siguiente es el cuento que presenté para el Reto Viajes en el Tiempo del mes de enero en el Foro de Fantasía Épica [www.fantasiaepica.com]; en esta oportunidad, dicho cuento fue reconocido con el quinto puesto de los 5 más votados. Una bonita manera de volver al podio.
Se trata de un cuento en extremo personal y con el que me sentí dichoso de poder narrar, tanto por la temática del reto, como por las vicisitudes de sus protagonistas. Sin lugar a dudas, junto con "Mañana" [sin publicar] es de los más íntimos que he escrito.

A continuación, las bases del reto en cuestión:

¿Qué pasaría si el día de mañana se descubriera la forma de viajar en el tiempo? ¿Cómo afectaría eso a nuestra historia? ¿O es que quizás nuestra historia ya esta determinada de antemano por este hipotético y futuro descubrimiento? ¿Podría nuestro yo del presente asesinar al yo del pasado? ¿Existe una sola línea temporal, un solo universo de existencia empírica? ¿O es que acaso coexisten innumerables microcosmos distintos? Con todas estas paradojas –y muchas más- pretende “jugar” este reto, estableciendo así como único requisito general que las historias relaten las peripecias de un viajero temporal o, en su defecto, las consecuencias que puede ocasionar un salto en la línea espacio-tiempo.
1- Por tanto, la única condición en cuanto a la escritura será la inclusión de alguna relación o alusión a los viajes temporales. Se admitirá cualquier mundo, existente o no, pasado, presente o futuro, y cualquier tipo de narración que se atenga a esta única condición.

2- Se establece, asimismo, un límite máximo de 3000 palabras, y será automáticamente eliminado del concurso aquel que superara dicho linde, aun cuando lo hiciera por una sola palabra. Esta condición se introduce en este reto a fin de evitar los contratiempos y confusiones de los concursos anteriores. No hay mínimo



- Allí estás -

Para muchos, el Tiempo es un Río lineal que lleva a un Océano eterno; para otros, es una Torre cuyas escaleras espiraladas conducen hacía ignotos mundos posibles.
Dependiendo de quiénes y cómo lo veamos, el Océano es una certeza inmutable mientras que la Torre es una incertidumbre por la que algunos nos arriesgamos a subir; a veces antes de tiempo.
De cualquier manera que se enfoque, con la experiencia de ambas realidades, las almas descubrimos que son los momentos en el Tiempo los que perduran, los que nos movilizan y guían.
Son pocos los espíritus que han podido comprenderlo, porque muchos dejan ir sus oportunidades, alterando su línea, repitiendo y perturbando la de los demás.

Dejó la pluma y releyó lo que había escrito; una sensación de satisfacción personal invadió su corazón. Luego levantó la vista y contempló el sendero que conducía al antiguo bosque; estaba desierto, sin nadie a la vista.
Suspiró y, tomando la pluma, volvió a escribir mientras el sol descendía en el horizonte.

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Una vez más la pesadilla empezaba, desarrollándose con una lentitud que lo desesperaba.
Corría demasiado lento hacia la puerta de madera, furioso por llegar a tiempo y encontrarla a salvo. Gritaba su nombre aporreando la puerta, pero nadie respondía a sus llamadas. A su espalda, Hausk lo alcanzaba, instándolo a que la derribara. La vieja madera ofrecía resistencia pero cedía al segundo embate de su hombro. Dentro de la habitación, Damher sonreía de pie ante el cuerpo sin vida de Muller. Ella tenía la mirada perdida y la sangre manchaba su vestido a la altura del vientre, él sostenía el puñal que la había matado.
Se abalanzaba iracundo dispuesto a matar con su espada al sonriente asesino, pero Hausk lo empujaba a un costado evitando que el secuaz de Damher lo atacara a traición. Un relámpago estallaba y el seguidor de su enemigo caía al suelo, fulminado por el hechizo. Veía a Damher acercarse con su puñal a Hausk pero esta vez era él quien se interponía para hacerle frente. Rodaban por el suelo, golpeándose con brutalidad hasta que el asesino encontraba la muerte con su propia arma.
Antes de morir Damher todavía reía, burlándose de su verdugo:– ¡Siempre tarde, Lowen! ¡Nunca entiendes nada, siempre perderás todo! ¡Los Hados te maldigan a ti y a todos los que lleguen a tu vida!
Se apartaba de él para reunirse con el cuerpo de su amada Muller. Arrodillado a su lado, la sostenía en su regazo, abatido. La mano de Hausk se posaba sobre su hombro y él intentaba soltarse en vano. Pero Hausk siempre insistía.
Una vez más, aquella delgada mano lo arrancaba, lo salvaba, de la pesadilla. Y lo dejaba en la cruda realidad.

–Despierta, Lowen –murmuró Hausk–. La Luna se acerca a su posición. Despierta, Hijo de Geist, y medita acerca del sendero que te ha traído hasta aquí.
Sin decir más, Hausk del Clan Leiden, se marchó pues también debía meditar antes de realizar el ritual. Lowen se quedó acostado, mirando el cielo estrellado.

Habían pasado cinco años desde el asesinato de Muller, años de pesadillas, de búsquedas, pérdidas y venganzas, pero no de liberación. Habían solicitado la ayuda del Círculo de Magos, pero aquellos vejestorios les habían negado su ayuda, desalentando cualquier acción. Cuando Lowen había jurado no rendirse, Hausk lo siguió y pagó un alto precio al llevar su fidelidad al extremo en aquella empresa. Desde entonces cargó con el peso de la proscripción del Círculo.
Pese a aquella lealtad, la relación de Lowen y Hausk siempre había sido compleja; y el asesinato de Muller no la había mejorado. Los años pasados juntos habían transcurrido plagados de fuertes discusiones que giraban en torno a la obsesión de Lowen.
–La locura se ha apoderado de ti, Hijo de Geist –solía decirle con voz indignada.
–El amor suele serlo, ¿no es sobre lo que cantan los bardos que tanto estimas y con los que te revuelcas para encontrar calor en la noche? –respondía Lowen, hiriente.
Sin hacer caso a sus pullas, controlando su temperamento para no saltarle encima como ya había ocurrido en otras ocasiones, Hausk retrucaba: –¿Es el amor el que te arroja al camino o la negación de la tumba que visitas cada año?
–Muller está muerta por defenderme…
–No, está muerta porque era una culebra traicionera. Nos vendió a Damher a cambio de piezas de oro. No le importaba nada, y mucho menos tus sentimientos.
–¡No te atrevas! –gritaba Lowen enfurecido–. Sé que no la querías y desconfiabas de ella, pero no era como tú crees…
–¡El poder de sus muslos y sus ubres siempre te dominaron! ¡Aún lo hacen, maldita la hora en que se cruzó contigo! ¡Malditos los Hados por cruzarme contigo!
–¿Y qué quieres que haga? ¿Abandonar? Ella era mi todo.
–No tendremos esta discusión otra vez –interrumpía Hausk con voz áspera, aunque luego la suavizaba lo suficiente como para decirle:– Lo que yo crea de ella, a ti no te detendrá. No lo hizo antes, no lo hará ahora. Serán los dioses quienes te enseñen, si es que debes aprender.
–¿Aún me ayudarás?
–Hasta mi último aliento, lo juro por la Diosa.
Desde entonces, habían recorrido gran parte de las Tierras Salvajes, buscando el conocimiento necesario. Hacía un mes atrás, Hausk había encontrado la pieza clave para realizar el deseo de Lowen de viajar en el tiempo.

Todo confluía en aquella noche de invierno donde la Luna se elevaba llena sobre el Círculo de Piedras Sagradas; Lowen se puso de pie y fue a reunirse con Hausk. No había nada más que recordar, era el momento de actuar.
–Aquí estoy, decidido a forjar el destino –sentenció mientras penetraba en el círculo.
Hausk se giró para mirarlo y sus ojos verdes refulgieron mientras el cristal purpúreo que llevaba colgado al cuello parecía emitir un suave destello. Por un momento, Lowen fue consciente del poder que lo rodeaba y la presencia de Hausk le resultó perturbadora; tal vez por ello sintió que flaqueaba su resolución.
–Dime, ¿por qué no puedo sólo impedir su asesinato? –preguntó, para romper el incómodo silencio.
–Porque el Tiempo es una sustancia que se congela a medida que lo dejamos atrás, como un cristal lleno de facetas a través de las que podemos ver, pero sin poder cambiarlas –explicó con calma–. Puedo enviarte al ayer si quieres, pero serías un fantasma y tarde o temprano volverías aquí. Sólo el hoy cuenta; una vez que vas hacia delante, no puedes regresar porque el mañana se convierte en el hoy –esbozó una sonrisa y preguntó:– ¿Estás seguro de seguir?
–Sabes la respuesta. Alcanzaré a su alma en el tiempo más allá de Anwen –dijo, recuperando poco a poco la seguridad que lo había impulsado durante años.
–Aún cuando la encuentres, no podrás volver. Renunciarás a tu vida ahora para irte, tal vez antes de tiempo. ¿Harías eso por ella?
–Es mi amor.
–¿Cómo puedes saberlo?
–Lo sé –al ver la falta de convicción en aquellos ojos verdes, explicó:– Sabremos si es amor si tu magia funciona, ¿no has dicho que sólo a través del amor verdadero se abrirán las Puertas de Anwen?
–Sí, sólo esa magia ancestral puede hacerlo –murmuró Hausk con la mirada perdida, pensativa.
–Alcanzaré el alma de Muller allí a donde haya ido –afirmó y agregó con decisión:– No tengo nada que me retenga. Estoy solo, soy un hombre sin iguales.
Hausk meditó aquellas palabras y en su corazón supo lo que tenía que hacer; ciertas cosas habían tomado un rumbo y ya no podían modificarse. Sólo restaba aceptar el juicio de los dioses.
–Entonces, que el amor te libere –sentenció–. Nunca olvides, Lowen, Hijo de Geist, que el amor es el que te encuentra, nunca a la inversa. Sólo podemos elegir qué hacer con ese amor; lo recordarás cuando todo se repita y lo demás se haya desvanecido.
Se miraron en silencio; Lowen se acercó y, extendiendo la mano, dijo:– Sé de tu desaprobación con mi empeño, pero que los dioses te recompensen por todo lo que has hecho.
–Que los dioses te acompañen –fue toda la respuesta que obtuvo.
Hausk retrocedió y se colocó en el centro del círculo de piedras. Extendió los brazos hacia el cielo y elevó su cadenciosa voz en un cántico melancólico. Una suave brisa agitó su cabello largo y negro, con cada verso que entonaba ejecutaba un paso de danza ritual.

Escucha mi súplica, Arianrhod
Desde de mi corazón te llamo
Por el Poder del Agua, el Fuego, la Tierra y el Aire
¡Deja que mis manos abran las Puertas de Anwen!

Lowen sintió oleadas de energía emanando desde el centro del círculo. El vello del cuerpo se le erizó, un hormigueo excitante subía por sus piernas hasta concentrarse en su sexo; el corazón latió más fuerte hasta que comprendió que su cuerpo estaba respondiendo a las palabras y a la danza de Hausk.

Escucha mi pedido, Arianrhod
Con mis pensamientos te invoco
Acepta la ofrenda del amor
¡Deja a éste Hijo de Hombre rendir su cuerpo!

Sensaciones de alegría y euforia embargaron a Lowen; al ver la figura danzante del centro, percibió tristeza y pasión. Se sentía conectado con la Naturaleza, que palpitaba furiosa, observando expectante la magia que había sido desatada.
De forma tenue al principio, vio pequeñas luces titilantes surgir de la tierra que empezaron a moverse, como si se tratara de una pequeña procesión circular; muy pronto las lucecillas comenzaron a ascender en el aire, creando una columna de estrellas.

¡Escucha mi voz, Arianrhod!
¡Deja a éste Espíritu marchar de su tiempo y lugar!

El viento rugió como si se lamentara. Las estrellas envolvieron a Lowen mientras que imágenes contrapuestas lo invadieron al ascender. Se vio a sí mismo persiguiendo a Damher y dándole muerte cuando mató a Muller, vio a Hausk cuidándolo los meses siguientes y contempló las discusiones y los enfrentamientos posteriores. Nuevas imágenes se superpusieron a estas, óleos volátiles que mostraban a Muller, ahora viva. Llevaba puesto un vestido corto que dejaba a la vista sus piernas, su pelo rubio mostraba un corte diferente, sus labios estaban pintados de un rojo sanguíneo, ella y él caminaban hasta un altar que en nada se parecía a los templos en los profundos bosques de su tierra natal, carros extraños los rodeaban, moviéndose sin caballos que tiraran de ellos.
Por unos instantes Hausk y su vida actual parpadearon con intensidad; luego se desvanecieron por completo, dando lugar a la nueva vida.
Entonces…

…despertó sobresaltado. Sin saber dónde estaba permaneció quieto, respirando con agitación hasta que la sensación de desconcierto fue disipándose y volvió a reconocer el techo de su apartamento.
Aquél había sido el sueño más extraño que Jake Lowen recordaba haber tenido. Se incorporó para quedarse sentado a los pies de su cama; apoyando los codos sobre sus muslos se rascó la mejilla y miró con hastío a su alrededor. En realidad no observaba nada, su mente estaba aún enfrascada en el intenso sueño. En ningún momento se preguntó el motivo de tal sueño, tal vez sí la forma del mismo, pero no su motivo. Sabía muy bien la causa.
–Cariño, llegarás tarde al trabajo, debes irte –dijo una voz femenina.
Jake cerró los ojos cuando sintió los brazos de ella rodearle el pecho desde atrás, dándole un beso en la mejilla. Sin decir más nada, Caroline Muller se levantó y desfiló con su curvilíneo cuerpo por el dormitorio hasta salir de allí; su esposo se quedó sentado, escuchándola abrir el agua de la ducha.
–Hija de puta –murmuró Jake con acritud. Tomó su celular y esperó que le contestaran:– Daryl, necesito verte hoy a la noche. Sí, sí, estoy bien. Te cuento todo cuando nos veamos en el bar de siempre, adiós.
Cuando Caroline salió de ducharse, Jake entró. En ningún momento volvieron a cruzar palabra.

–Me engaña con George Damher –soltó Jake de buenas a primeras–. La descubrí hace una semana, se ven a escondidas; no sé desde cuando pero lo tienen todo muy bien pensado –miró a su acompañante y susurró–. Vamos, dí “te lo dije”.
Daryl Hausk había guardado silencio durante todo el relato, sólo sonrió al escuchar ese último comentario. Dio un trago a su cerveza, luego le preguntó:– ¿Qué harás?
–Separarme, supongo. Las cosas estaban jodidas hace rato; tal vez incluso antes de casarnos.
–Hey, hey, detente allí, no sigas –dijo Daryl apretando su hombro–. No sirve hacerse reproches, ahora debes concentrarte en qué hacer.
–No te pediré que me mandes al futuro para buscarla, eso seguro –sentenció Jake y lanzó una carcajada llena de humor, se rió de su chiste ante la atónita mirada de Daryl.
–Creo que me perdí de algo.
Entre risas, Jake empezó a narrarle el sueño que había tenido la noche anterior, contándole todo lo que recordaba.
–Estás loco, hombre –bufó.
–Puede ser, no lo discuto –guardó silencio unos segundos–. Pero no puedo dejar de notar que llevas un colgante de cristal violeta al igual que en mi sueño, y nunca te lo había visto antes.
-¿No podías ver que tu matrimonio naufragaba y te fijas en si llevo o no una piedra encima? Jajaja, vamos, Jake –se burló con ganas Daryl–. Fue un sueño en función del estrés sentimental. Ahora, según dices, el viaje en el tiempo sólo podía concretarse si el amor era verdadero, ¿cómo pudo funcionar? ¡Es evidente que Caroline fue, es y será una perra!
–Pensé que tú lo podrías responder –contestó encogiéndose de hombros, luego apuró su jarra de cerveza–. Se lo preguntaré a mi psicoanalista mañana.
–Tal vez no fue tu amor por ella, sino mi amistad por ti lo que abrió las puertas. ¡Mira que hay que seguirte años en esa obsesión! –indicó Daryl mientras juntaba sus cosas y se ponía de pie–. No hagas tantas preguntas, Jake. Hay algo cierto, el pasado no puede cambiarse, el presente y lo que tenemos frente a nosotros es lo que cuenta. El amor te encuentra y tú sólo tienes que decir: “oh, allí estás, todo el tiempo estuviste allí”.
–Yo tengo sueños raros, pero tengo la decencia de tenerlos dormido. ¡Tú reflexionas en plena vigilia! Déjame invitarte –murmuró Jake mientras dejaba dinero sobre la mesa–. ¿Te llevo? Tengo el auto a unas cuadras…
–Descuida, no estoy lejos de casa. Quiero caminar.
Le dio un abrazo y, por un momento, Jake no quiso que se terminara; a su mente le vino el recuerdo de Hausk en el sueño, despidiéndose. Tal vez percatándose del estado emocional, Daryl lo abrazó con más fuerza y empezó a reírse.
–Aunque se siente agradable tanto afecto, tengo que irme, grandote. Llámame si me necesitas.
Cuando se separaron, Daryl se marchó y miró una sola vez hacia atrás, le sonrió y levantó la mano. Jake correspondió con un saludó mientras contemplaba cómo la luz de la luna llena los iluminaba.

Al volver a su apartamento, Jake se sentía mejor; aunque no hablaran exhaustivamente del tema, ni encontrara una solución, la mera compañía de Daryl le había cambiado el humor. El apartamento estaba vacío; encontró una nota de Caroline sobre la mesa: “salí con mis amigas, no me esperes”. Dejó la nota a un costado; podía ser cierto como podía ser la coartada para irse con George Damher. Ya no le importaba, por primera vez en años se sentía libre.
Pensó en su inconsciente, que intentaba mostrarle cosas a través del sueño, y recordó las palabras de Daryl Hausk, las del sueño y las de la vigilia.
–Allí estás… –murmuró al aire–. Parece fácil…
Su celular lo arrancó de sus reflexiones abruptamente; al ver el identificador, sonrió: “Daryl Hausk”.
Atendió y dijo:–  Hey, allí estás. Si llamas para… –una voz grave y desconocida le preguntó si era familiar de Daryl–. No, pero soy un amigo ¿Quién…? ¿Accidente? ¿Cómo…? Bien, sí… sí… Hospital Dominion, voy en camino.

Horas después, Jake había vuelto a su apartamento; llamó a Caroline pero nadie contestó. Estaba solo, su mujer no había vuelto. Arrastró los pies mientras caminaba hacia su dormitorio, con la mente aturdida de las voces de los policías “…debe haber pasado por un lugar equivocado, en un momento equivocado… intentaron robarle, se defendió…” y la del médico “…hicimos lo que pudimos, lo siento… tenía muchas puñaladas…”
Llegó hasta su cama y se desplomó, mirando el techo apenas iluminado por las luces del exterior. Rebuscó en el bolsillo de su camisa el colgante de amatista de Daryl que el médico le devolviera; lo contemplo a la tenue luz, pensando: “¿Yo elegí venir aquí? ¿Por una mujer que me traicionó dos veces? ¿Estoy loco? Perdí, otra vez. No importa lo que haga”
¿Había avisado a la familia de Daryl? No estaba seguro. El tiempo era algo raro, descubrió que las emociones lo fragmentaban. Se preguntó si así era como había conseguido viajar, porque no tenía ninguna duda que una parte suya había viajado desde lo que él consideraba un sueño.
Del mundo antiguo que había venido la magia reinaba y había sido posible hacer el salto, en esta época del mundo la magia no existía. ¿O sí? Tomó la piedra y pensó en su sueño, en las emociones que lo invadían y su reflexión de que las emociones fragmentaban el tiempo. ¿Sería posible?
Llevó el cristal a su corazón y empezó a recordar las palabras pronunciadas aquella noche de luna llena; como la que había ahora.

–Escucha mi súplica, Arianrhod… desde mi corazón te llamo…

Sintió un gran calor entre sus manos irradiando desde su pecho; creyó ver una procesión de luces plateadas en torno a la cama. Cerró los ojos y continuó la letanía. Antes de sumirse en un sueño profundo, sintió que una presencia femenina, llena de fuerza y bondad, lo sostenía en la negrura, catapultándolo hacia las alturas.
La oscuridad dio paso a la luz, al bosque, al cielo crepuscular. A lo lejos se perfilaba una figura sentada que esperaba mientras escribía. 
El corazón le latió con fuerza, esta vez no se equivocaría.


Hausk y Lowen a lo largo del Tiempo, muchas formas de un mismo amor

                                                  
 Theme Of Lowen [Everybody´s Changing - Keane]
 Video Oficial - Sin Subtitular

lunes, 4 de febrero de 2013

Relato IV: La Caja de Pandora



El siguiente cuento fue presentado en el concurso "Mundo Ciberpunk" (por octubre del 2012) del foro de fantasía épica www.fantasíaepica.com.
En esta oportunidad, el relato alcanzó 17 puntos que no fueron suficientes como para colocarlo en el podio de los cinco más votados.
  
Bases del Reto y descripción de lo que se espera en un mundo Ciberpunk

Bases

- El relato podrá tener como escenario cualquiera del entorno cyberpunk (corporativo, netrunner, bajos fondos, una mezcla de todos eso, etc).
- La extensión del relato será de 2400 palabras, formato word, entrelineado sencillo y fuente Times New Roman 12 (lo que corresponde más o menos a una página más de lo habitual, a fin de poder exponer bien el entorno cyberpunk, sin recortar la historia).

Descripción del Ciberpunk
Se enmarca en un futuro cercano, lo que sería para nosotros en el 2050, poco más o menos.
Los gobiernos han pasado a un segundo plano. "Sobre el papel" siguen gobernando y dirigiendo los países, pero en realidad el control y poder lo ostentan las corporaciones. En el mundo existen entre diez y quince gigantes corporativos cuya influencia y poder a nivel global es conocido (y reconocido) por todos (incluidos los ciudadanos de a pie de cualquier parte del mundo). En cuanto a la sociedad, la clase alta y medio-alta suele estar formada mayoritariamente por los elementos corporativos de alto nivel (ejecutivos corporativos de alto rango), la clase media existe, (si bien la mayoría de sus integrantes también pertenecen a los rangos medios corporativos), y en lo más bajo encontramos una amalgama de gente, una gran parte de la cual delinque (en mayor o menos medidia) como medio de vida habitual, y que pocas veces tienen nada que ver con las corporaciones.

La medicina, la informática, la cibernética y la biotecnología han dado un salto enorme en cuanto a avances en sus respectivos campos. Por ello, no es extraño encontrar gente con ciberimplantes diversos (que suelen ser de baja calidad, a no ser que hablemos de gente con dinero y contactos), que potencian habilidades físicas y mentales. Los hay estéticos (como tatuajes y uñas que cambian de color), físicos que potencian fuerza, velocidad, reflejos, visión nocturna, implantes de blindaje subcutáneo, etc, y mentales, como chips de memoria implantada que hacen que sepas un idioma concreto de la noche a la mañana, o que tengas conocimientos diversos sobre una área concreta (sin tener que haberlos estudiado). Por supuesto existen "aparatos" con prestaciones similares para los que no poseen los recursos económicos para dichos implantes cibernéticos, como gafas con visión nocturna (y la apariencia de unas simples gafas corrientes), etc.
Internet ahora es un mundo aparte. Los netrunners (gente cuya vida es moverse por la red) se conectan a los ordenadores por medio de interfaces cibernéticas implantadas en su córtex, y que les permiten meterse "literalmente" en la red (abandonando su cuerpo en una especie de estado comatoso o durmiente, y por tanto indefenso, hasta el regreso de su "conciencia"). Son contratados a menudo para robar datos y conseguir información, un oficio peligroso, pues existen defensas informáticas que pueden matar al netrunner (literalmente, friéndole el cerebro).
Esto es, a grandes trazos, en lo que consiste una ambientación cyberpunk.



 - La Caja de Pandora -


Tras las crisis socio-económicas mundiales, la compañía Ingenetronics interviene en distintos aspectos de la vida del ser humano: entretenimiento, trabajo, comunicación, educación, alimentación, ciencia y tecnología. En pocos meses descomprime la presión que sufrían los gobiernos de aquella época y solventa las fallas del viejo sistema ganando terreno a nivel mundial. En las ciudades más importantes del mundo empiezan la construcción de las Torres Babilonia.
Ésta fue la Fase I: Renovación.
Dentro de ellas, Ingenetronics sustituye Internet por la Info-Red-Neural (conexiones entre el cerebro y computadoras) a la vez que implementa el Proyecto Educlaves (supresión emocional mediante claves educativas). Con el tiempo, los habitantes de las Torres comienzan a llamarse Homo-Technis.
En secreto, a los que viven fuera de las Torres, Ingenetronics les suministra la droga Pigritia-4 en los alimentos, provocando una leve letargia e inhibición del ánimo. Otras drogas, sin embargo, son puestas en el mercado siendo las más comunes Luxus-2 y Anger-7, estimulantes estético-sexuales y potenciadores físicos. 
Ésta fue la Fase II: Desarrollo.
Algunos adictos generaron una resistencia a aquellas drogas y comprendieron la situación en la que se encontraban. Formaron grupos que contaban con sus propios y anónimos Líderes: Oráculo, Profeta, Madame Xanadú, Augurio, Sibila y otros nombres clave.
Durante años, la Resistencia puso en jaque los planes de Ingenetronics… hasta que los Líderes desaparecieron sin dejar rastro.

Thomas Blaine estaba de pie en el dormitorio que había compartido con su mujer; en la habitación contigua había dormido su hijo, pero todo había desaparecido; el apartamento era una pocilga ruinosa y sucia, guarida para los pordioseros, yonkis y ladrones de Manhattan.
Observando aquél lugar, no sintió nada. Si su familia vivía aún, no le importaba. El hombre que fue, había dejado de serlo. Los recuerdos que tenía de ellos no estaban investidos de afecto, cortesía de Ingenetronics y las secuelas de su adicción al Anger-7. Contempló el brazalete electrónico que le suministraba la droga de forma regulada y a la que recurría para sus misiones.
—Para quien dice que no le importa su antigua vida, vienes muy seguido —dijo alguien a sus espaldas—. Confiésalo, quieres encontrar a tu familia.
Thomas contempló a la mujer recién llegada.
Marin Reyes tenía un rostro provocador, cabello negro, cortado a flequillo y sus redondeces apenas entraban en el ceñido trajecillo rojo. Ser una adicta al Luxus-2, en algunos casos, te volvía una hembra monumental, pero allí se acababa todo lo bueno. Al menos no estaba loca.
—No lo entiendes, Reyes. No busco recuerdos, ni quiero una familia —respondió el hombre mientras encendía un cigarrillo—. ¿Hay noticias de los Líderes?
—No, luego de dos meses de silencio deberías aceptar que la Resistencia se ha ido a la mierda. Nadie sabe nada de Oráculo, ni de Sibila o Profeta… tampoco de Augurio —dijo ella—. Creo que los cyborgs los encontraron y los mataron uno por uno. Vamos, Rex nos está esperando en Trinity Church.
—Augurio trabajaba en un proyecto —murmuró Thomas—. La Caja de Pandora.
—Eso dijo Augurio hace meses, pero fracasaron…
Gritos en la calle la interrumpieron; gritos de hombres, mujeres y algunos niños. Ambos cruzaron una mirada y asintieron; se movieron con premura hacia una de las ventanas descubriendo un destacamento de policías y cyborgs de Ingenetronics.
—… algunas ratas, tal vez haya un nido —decía un policía—. ¡Debe haber rebeldes cerca!
La gente que vivía abajo, tal vez una familia y algunos otros infelices, empezaron a protestar.
—¡Silencio, sacos de pus! —gritó una voz metalizada, signo de que se trataba de un cyborg de clase A, conectado a la Info-Red-Neural—. Llévenlos a las celdas. Si tratan de huir, mátenlos. Los examinaremos sólo se llevarán a los que sirvan.
“¿A los que sirvan?” pensó Thomas extrañado; no era la primera vez que veía una situación semejante. Contó cinco policías y el cyborg; atacando por sorpresa y con la ayuda de Marin sería fácil derrotarlos.
Activó su brazalete y sintió el pinchazo de la aguja que le suministraba Anger-7; al instante un caudal de energía lo inundó. Miró a la mujer y le hizo señas para que lo siguiera, pero ella se rehusó, dándole a entender que había dos cyborgs más. Thomas ardía de furiosa impaciencia, volvió a insistirle mediante señas. La lucha sería pareja sólo si actuaban en ese momento, sin el factor sorpresa estarían en clara desventaja; pero ella se volvió a negar, se dio vuelta y se marchó, dejándolo solo.
Abajo empezaron los lamentos desesperados de los que se llevaban detenidos; con un esfuerzo sobrehumano, Thomas fue en pos de Marin.

La encontró en la azotea, mirando el cielo violáceo que cubría Manhattan; las corrientes de aire contaminado salidas de los tubos de ventilación de las Torres Babilonia hacían imposible ver las estrellas desde hacía más de dos décadas.
—¿¡Qué significó eso?! —preguntó Thomas, furioso—. ¡Podríamos haberlos ayudado, romper algunas cabezas…!
—¿Y preguntar por los Líderes? —interrumpió ella, mordaz, pero calmada—. Acéptalo de una vez, Blaine. Los mataron, nadie puede vencer a Ingenetronics. Desperdicié tres años de mi vida. ¿Y tú? ¿Cuántos perdiste? —ante su silencio ella prosiguió, implacable:— Tú, Rex y yo somos los únicos que quedamos de nuestro grupo; la última vez que intentamos algo semejante perdimos a Loren y a Remy. No voy a arriesgarme otra vez.
—Tú no eres así, ¿qué te pasa? —preguntó Thomas con el ceño fruncido, la droga le quemaba y sin la consecuente descarga física estaba excitado, tembloroso.
—Ser secuestrada por los cyborgs y estar confinada semanas no hacen que quieras saltar sobre esos tipos sin sopesar las consecuencias. Me arriesgué por la causa y ¿cual fue el resultado? Sufrimiento, dolor, angustia. Ya no siento nada de eso, y pretendo seguir así —decidió darle un golpe bajo:— Loren y Remy murieron por mi culpa, por rescatarme. No haré que sus muertes sean en vano.
Thomas desvió la mirada y resopló:— Lo… siento…, estoy alterado...
Marin se sentó sobre el borde de la azotea y se abrió de piernas para él, lo miró y se humedeció los labios:— Necesitas descargar tanta energía acumulada. Úsame, cariño.
La oferta era tentadora, pero Thomas, respirando con agitación, la rechazó:— Déjame en paz, Marin. ¡Vete…!
Ella sonrió despreciativa y le dijo:— Tú te lo pierdes, iré a buscar a Rex. Golpea a quien quieras, cáscatela, llora lo que tengas que llorar, pero ven con nosotros y olvidemos todo.

La vio marcharse. Estaba cambiada, pero no era la única; él también había cambiado, aunque mientras ella se volvió fría y sarcástica, él se había vuelto más… ¿débil? Tratando de enfocarse, y controlar el efecto del Anger-7, se preguntó qué buscaba cuando volvía a su antigua vivienda. Desde que la conexión con los Líderes había sido interrumpida, estaba a la deriva. Jamás se había sentido tan solo.
Entonces, sin poder creerlo, el cel-dex de su brazalete empezó a destellar con una luz verde. Una llamada privada vía el prototipo de la Red-Interalios, la más básica de las conexiones después de la vieja Internet. Sin perder tiempo, contestó y el contador de su cel-dex empezó a bajar rápidamente; un minuto para ser acoplado por la Info-Red-Neural, dos minutos para que empezara el rastreo.
—¡Thomas, creí que te había perdido! —la voz distorsionada de Augurio denotaba alivio.
—Mierda, Augurio, ¿estás bien? —tenía miles de preguntas para hacerle.
—No, y no hay tiempo para explicaciones. Nos traicionaron, casi destruyen la Caja de Pandora —la voz sonaba afligida—. Estoy descargando a tu cel-dex una dirección encriptada, tienes que ir allí en una hora.
Se empezó a escuchar un chirrido, señal de que la Info-Red-Neural se había acoplado y alguien empezaría a rastrear para triangular las posiciones.
—¡Están desapareciendo personas, Augurio! ¿Es eso? ¿Dónde estuviste? —el hombre sentía el corazón palpitándole frenético.
—No hay tiempo, Thomas.
—¡Mierda…! ¿Qué es esta dirección?
—El lugar en el que nos reuniremos —un suspiro y una advertencia—. Ten cuidado.
Cortó la comunicación faltando dos segundos para que la Info-Red-Neural confirmara su ubicación. Sin querer arriesgarse más, el rebelde se apresuró a abandonar la azotea. De una u otra manera, Thomas Blaine supo que jamás volvería a aquél edificio.

Aunque discutieron por la llamada de Augurio, Marin y Rex acompañaron a Thomas al punto de reunión: una fábrica abandonada. Allí encontraron un computador portátil encendido sobre un escritorio, un bolso de cuero gastado y un draztar.
—Parece que la zorra está aquí —comentó Marin.
—¿Zorra? Yo lo imagino como un nerd de pelo grasiento, panzón y adicto al porno —dijo Rex Mayfield—. ¿Por qué piensas que es una mujer?
—Porque sólo nosotras somos tan manipuladoras como lo es Augurio —respondió Marin con una sonrisa, miró burlonamente a Thomas—. Nunca dijiste qué creías tú, Blaine.
El hombre no respondió; eran cosas que se preguntó durante los siete años que había trabajado con Augurio. Después de tanto tiempo, era la persona más allegada a él, más que cualquiera de sus compañeros, pero también la más distante y misteriosa. Algunas veces pensaba en Augurio como “ella”, otras veces, le resultaba más parecido a un “él”. Había descubierto que, dependiendo de sus estados de ánimo y de su soledad, había hecho que Augurio fuera en su fantasía lo que él necesitaba creer en cada momento. ¿Era posible no conocer ciertas cosas luego de años?
Lo único seguro es que había sentido desesperación cuando la conexión se había interrumpido entre ellos, sentía que había perdido una amiga especial, un compañero fiel.
—Vamos, gatita, gatita, sal de tu escondite —murmuró Marin.
Una figura se perfilo delante de ellos, a metros de distancia, iluminada por la luz del computador. Su rostro permanecía entre las sombras de una capucha.
—¿Augurio? Aquí estamos —dijo Thomas—. Somos lo que quedamos de la Resistencia. ¿Quieres explicarnos qué ocurre?
—No parece panzón —murmuró por lo bajo Rex, intentando ver mejor.
—Profeta nos traicionó y nos entregó. Equipos enteros fueron capturados. Oráculo está muerto, Madame Xanadú desaparecida —contestó con voz reverberante, indicador de que llevaba algún tipo de máscara—. Maté a Profeta y accedí a sus archivos donde encontré los planes que Ingenetronics tiene para la humanidad.
—Se están llevando familias enteras a las celdas de detención —contó Thomas.
—Y se llevarán a más. Ingenetronics los quiere para incorporarlos al sistema Homo-Technis, el Proyecto de Evolución Humana. Crearon Pigritia-4 para adormecer nuestras respuestas emocionales; así sería más fácil remodificarnos.
—¡Estoy harto de toda esta mierda! Si lo que dices es cierto, ya estamos jodidos y los de Ingenetronics estarán interesados en el último de sus granos en el culo —dijo Rex; el cañón de su draztar apuntó a Augurio—. Dime por qué no deberíamos entregarte y librarnos del asunto…
—¡Rex, baja el arma! —ordenó Thomas, enojado.
Entonces todo se descontroló; una descarga láser surcó el aire y Rex Mayfield se desplomó al suelo con la cabeza destrozada.
—Odio que los hombres duden —dijo Marin, sin mediar palabra se giró y le disparó al sorprendido Thomas.
Aún con los efectos del Anger-7 en su sistema, apenas tuvo tiempo de esquivar la descarga; pero no tuvo tanta suerte cuando Marin le apunto con su segundo draztar. Una de las cinco púas de metal lo alcanzó en el pecho. El golpe lo arrojó hacia atrás, derribándolo con un golpe sordo.
—Marin —murmuró Augurio—. Siempre supe…
La mujer disparó su draztar. El láser atravesó el cuerpo de Augurio, pero sólo hubo una breve ondulación del aire, un parpadeo y luego la imagen se recompuso.
—Un holograma…
—Como iba diciendo… —continuó Augurio, que se había colocado detrás de la mujer—. Siempre supe que eras la Puta de Babilonia. Nunca creí en tu secuestro.
Marin se dio vuelta y Augurio le clavó una daga de plasma, hundiéndole la hoja hasta el mango en el vientre. Sus rostros quedaron enfrentados; la sorpresa inicial de Marin se transformó en una sonrisa socarrona, sus ojos estaban rojos, pero no por la sangre sino por una luz interior. A su vez los ojos detrás de la máscara de Augurio se abrieron por la sorpresa. La mujer lanzó un puñetazo y despidió a su oponente por los aires con una fuerza extraordinaria.
—¡Saco de pus! Somos el próximo paso evolutivo de la Humanidad, somos Biodroides, el cuerpo del Homo-Technis —caminó hacia la figura de Augurio que trataba de incorporarse—. Tienes razón, tenemos pensado algo grande, la Fase III: Conversión. Seremos una sola conciencia, una Colmena, superiores a los Humanos hechos de carne y emoción. Somos la Inteligencia Racional, y los hemos vencido.
La figura de Augurio, aún arrodillada, se río, sin humor alguno.
—No, sólo eres la suma de la mierda humana —levantó su cel-dex, apretó la pantalla y dijo: —Y estás acabada, perra.
La expresión de Marin cambió al sentir una vibración; miró hacia su vientre, donde seguía la daga de plasma clavada y la vio irradiar una luz blanca, abrasadora. Profirió un grito de rabia e impotencia muy humana al tratar de arrancarse el arma; pocos segundos después el grito de Marin Reyes se vio ahogado por una explosión que sonó como si algo se desgarrara y licuara.

Thomas se miró el cuerpo desnudo; un pequeño vendaje le cubría el pecho ya que la fatal púa de metal no le había perforado ningún órgano vital. Augurio entró con una bandeja de comida, sonrió al verlo despierto y se sentó sobre su cama para revisar los vendajes.
—Todavía no se me ha roto el corazón… —comentó Thomas, tranquilo.
—Estuvo a punto. ¿Estás con ánimo para escuchar? —preguntó, alcanzándole la comida.
—No tengo muchas opciones —carraspeó, un poco incómodo por lo que quería decir—. Te extrañé… tanto.
—Yo también… —Augurio sonrió y suspiró.
Se quedaron ambos observándose. Había algo entre ellos dos que superaba la distancia y el tiempo. Era un nuevo comienzo, lo sabían, pero no sabían qué más decir o hacer en ese momento. Thomas se quedó tranquilo, al ver la mirada de Augurio, llena de promesas; aún le dolía todo el cuerpo y tenían algo por hacer, pero no tardaría en buscar su compañía de otra forma. No lo dejaría ir y no se lo perdería.
Augurio se acomodó el cabello negro detrás de la oreja y cambió de tema al decir:— Diseñé una manera de destruir los planes de Ingenetronics. Las Torres Babilonia son un complejo aséptico de emociones, los Technis se vanaglorian de ello. Desarrollaron las drogas para nosotros; nos han vuelto adictos a algunas de ellas para conservar el placer, la fuerza. Es hora que se las devolvamos.
Thomas Blaine observó la pantalla del computador. Allí estaba el trabajo de Augurio, el suyo propio y el de la Resistencia; todos habían aportado su granito de arena para esto. Las misiones y acciones de años se habían materializado finalmente.
—La Caja de Pandora —leyó Thomas—. La descargaremos en la Info-Red-Neural de las Torres Babilonia, y al abrirse, los males serán soltados en su interior.
—Sí, y tal vez, con algo de suerte para nosotros, quedará la Esperanza —dijo Augurio.


Música para el Relato: Theme of Thomas [My Heart Is Broken by Evanescence]
 https://www.youtube.com/watch?v=W1kBukg3Jv4